10 tips para fotografía de danza
Este post está dirigido a aquellos que os ha picado el gusanillo de la fotografía escénica, sin mayor pretensión que la de compartir esos consejillos que a mí me habría gustado recibir en mis primeros pasos.
En estos últimos años he conocido innumerables personas que como yo se han sentido fascinadas con la fotografía de danza y me han preguntado algunas dudas concretas sobre cómo empezar. Por desgracia existe muy poca información al respecto y casi toda está enfocada a conciertos y espectáculos teatrales por eso he preparado esta miniguía orientativa basada en mi propia experiencia con cuestiones más propias de la danza. ¡Comencemos!
1. Hazte con el equipo adecuado
Uno de los principales retos al que uno debe enfrentarse es la escasa iluminación que caracteriza la danza. Capturar el movimiento en entornos con luz insuficiente requiere de un equipo muy específico, como disparar con un objetivo luminoso (recomiendo un f2.8 mínimo con estabilizador) y con una cámara que permita trabajar con ISOs altas, para podernos adaptar a las condiciones de la sala y a la iluminación de cada coreografía. Hay otros aspectos como el ruido y la velocidad de obturación que dependerán casi exclusivamente de la calidad del equipo, pero si lo que buscas es congelar el movimiento mi recomendación es no bajar de 1/250. En la medida de lo posible tira siempre en RAW y al encuadrar abre ligeramente el plano, es mejor andar un poco holgados antes que ir cortando brazos y piernas a diestro y siniestro.
2. Pide permiso
Ponte en contacto con la persona que organiza el evento, pídele permiso para hacer fotos y explícale para qué quieres hacerlas (para practicar, subirlas tu portafolio, compartirlas, venderlas…). Concreta plazos y forma de entrega junto con una licencia de uso si fuera necesario. En pocas palabras: habla, comunícate y aclara todas las dudas. Es preferible ser sincero desde el principio que luego andar resolviendo malentendidos que ponen en duda tu credibilidad y perjudican tu imagen. Y en caso de recibir una negativa, compra tu entrada y disfruta del espectáculo, es una buena oportunidad para observar y aprender sobre esa danza y sus movimientos.
3. Ponte cómodo
A algunos este punto les puede parecer una tontería -o una obviedad- pero ir con colores discretos, zapatillas cómodas, ropa suelta (con bolsillos para baterías, tarjetas, filtros…) permite desplazarte con facilidad por la sala y pasar desapercibido delante de los bailarines y el público. Actuar como un ninja da mucha seguridad.
4. Explora el terreno
Cada sala es un mundo. Literal. Asistir a los ensayos -siempre con permiso de la organización- te ayudará a hacer medición de luces y decidir desde qué ángulos hacer cada toma, ver qué coreografías serán individuales y cuáles grupales, calcular distancias y espacios, etc. De esa forma podrás anticiparte a los imprevistos y centrarte en sacar las mejores fotos.
5. No abuses del modo ráfaga
A veces se nos queda el dedo pegado al disparador y no vemos realmente la foto que tenemos delante. Recuerdo que cuando empecé solía tirar una media de 4000 fotos por evento. Y aún no conocía Lightroom ni herramientas de edición por lotes, así que imaginad la cantidad de horas y horas de trabajo que podía llevarme. Ahora la media son unas 1500 fotos de las cuales suelo filtrar unas 250 para entregar y una selección de Top 20 para portafolio. Como comentaba en el punto 2 cuanto más observes un estilo de danza, más fácil te será intuir la secuencia de movimientos y sabrás “capturar la foto en el instante en que suceda”. Aquí la experiencia y la observación juegan un factor importante.
6. Respeta al profesional
En el 99% de los casos la organización habrá contratado a un profesional para que realice los vídeos y las fotografías, por lo que si vas en condición de amateur o colaborador, sé educado y trata de no entorpecer su trabajo. Cuando seas tú el profesional apreciarás que el resto tenga la misma consideración que tuviste tú en su día.
7. Respeta al espectador
El público merece disfrutar del evento y no estar distraído con la silueta de tu brazo o tu trípode. No bloquees la visión del espectador. Sé discreto e intenta ubicarte en las butacas de los pasillos centrales o laterales para molestar lo menos posible. Y si el sonido de tu obturador es tan atronador como escuchar una mascletá con resaca, quizás deberías silenciarlo.
8. Flash no, gracias
Nunca me cansaré de decirlo: por favor, nada de flash en espectáculos. Molesta al público. Molesta a los artistas que se pueden ver deslumbrados durante la actuación. Y sobre todo, molesta a los demás profesionales de la imagen, tanto vídeo como fotografía. Y además os cargáis la iluminación de la escena. Si os veis muy limitados de luz, contemplad la posibilidad de haceros con un buen objetivo como os decía al principio.
9. Observa y aprende
Mira portafolios de otros fotógrafos, prueba sus técnicas y depura la tuya, practica, pregunta, comparte… es verdad que hay gente que no le gusta “revelar sus trucos”, pero por fortuna no todos somos así. Tengo la suerte de contar con buenos compañeros de profesión de los cuales siempre aprendo cosas nuevas. Recuerda que para recibir lo mejor es dar primero.
Os dejo mis Top 10:
10. Y por último… ¡DISFRUTA!
Así, en mayúsculas. Os confieso que aún a día de hoy sigo teniendo mariposas en el estómago cada vez que acudo a un evento de danza. Tener ilusión por lo que haces es una fuente de motivación, te plantea metas y te ayuda a mejorar. Además la pasión es algo tremendamente contagioso. Si en el momento de apagar las luces y enfocar al bailarín algo por dentro te hace tilín ¡tira millas que vas por buen camino!
¿Me he dejado algo en el tintero? Enviadme vuestras dudas y sugerencias, estaré encantada de ayudaros en lo que pueda 😉