Fotografía súper básica I: La apertura
En esta serie voy a tratar de explicar algunos de los conceptos más importantes de la fotografía de una forma sencilla y con ejemplos.
Está dirigido sobre todo a aquellas personas que se acaban de comprar una cámara y/o están empezando, pero si eres profesional te puede servir como repaso teórico. Porque la fotografía no deja de ser una técnica que necesita aprendizaje y dedicación, por mucho que nos digan -y nos creamos- que es la cámara quien hace buenas fotos y no el fotógrafo. Aunque bien es cierto que con una buena cámara la vida es más fácil si se sabe usar y sacar partido 😉
Conceptos básicos
Una exposición correcta depende de tres factores muy importantes: la apertura de diafragma, la velocidad de obturación y el ISO, también conocidos como triángulo de exposición. Si estás empezando en el mundillo de la fotografía es básico que sepas para que sirve cada uno. Es tan importante como leer el manual de tu nueva cámara o quitarle la tapa al objetivo antes de disparar. Y si eres profesional y tampoco los dominas… ejem, ¿a qué estás esperando?
¡Comencemos!
Apertura de diafragma
La técnica fotográfica requiere trabajar con la luz. La apertura del diafragma controla la cantidad de luz que entra en la cámara y viene determinada por el nº f. A mayor nº f > menor apertura. Uno de los principales usos de la apertura del diafragma es la de controlar la profundidad de campo.
Profundidad de campo (PDC)
Es el espacio donde se encuentran enfocados los elementos de una escena. Variando el nº f podemos obtener ampliar o reducir dicho espacio, por ejemplo, con diafragmas muy abiertos (por debajo de f4) podremos enfocar un elemento situado en una distancia concreta de la escena mientras que el resto de planos (por delante y por detrás) quedarán desenfocados. A este efecto se le llama desenfoque de profundidad (DOF).
También te puede interesar obtener más profundidad de campo, por ejemplo un paisaje te pedirá nitidez y detalle. Para ello trabajaremos con diafragmas muy cerrados siempre por encima de f4, lo que ampliará el espacio enfocado. Pero cuidado con cerrar demasiado el diafragma o la foto te saldrá con difracción.
Distancia focal
Otro valor a tener en cuenta es la distancia focal. Para que lo entendáis un poco mejor es el zoom del objetivo. Una fotografía realizada con un zoom de 24mm tendrá mayor una profundidad de campo que si la hacemos con un zoom de 200mm. Eso significa que por mucho que cerremos diafragma, si estamos trabajando con focales muy largas (teleobjetivos), siempre habrá un desenfoque de profundidad mayor. Es como alquilar un último piso muy luminoso con calefacción central: por mucho que el calor suba hacia arriba y tu suelo sea de parquet, la realidad es que con tanta ventana y sin pisos arriba, en invierno pasarás un frío de la leche (basado en hechos reales).
Ojo, no confundirse con la distancia de enfoque, que es la distancia a la que nos colocamos con respecto al elemento enfocado. En este caso, cuanto más lejos esté, mayor profundidad de campo tendrá, mayor será el espacio enfocado tanto por delante como por detrás de ese plano. Por ejemplo, una fotografía realizada a 5m del sujeto tendrá mayor profundidad de campo que si la hacemos a 1m.
Tamaño del sensor
En cámaras no fullframe en las que el sensor es más pequeño y existe un factor de recorte (mal denominado factor de multiplicación) el campo de visión se ve reducido y en consecuencia la profundidad de campo se ve afectada. Por ejemplo si monto una lente fija de 50mm sobre una Canon 7D cuyo sensor es de tipo APS, le tendré que multiplicar por 1.6 que es su factor de recorte correspondiente, por lo que la distancia focal real que estaré utilizando será de 85mm.
Modo prioridad a la apertura (A o AV)
Por mucho que un fotógrafo profesional os asegure que sólo dispara en modo manual, no os lo creáis: no es pecado usar los modos semiautomáticos de vez en cuando ¿por qué os creéis que las cámaras de alta gama los tienen? El modo prioridad a la apertura nos permite jugar con el nº f mientras la cámara ajusta la velocidad necesaria para obtener una buena exposición de la escena. En ocasiones en las que no disponemos de tiempo o la luz es muy variable, es muy cómodo trabajar con este modo.
Efecto bokeh
Proviene del japonés boke (ぼけ) y significa “desenfoque”. El bokeh se refiere a la forma que tiene el desenfoque producido por la lente al trabajar con poca profundidad de campo. Por lo general un bokeh “estético” es más fácil de conseguir con un objetivo luminoso que con un teleobjetivo. Además cuanta más distancia haya entre el elemento enfocado y el fondo, más acentuado será el bokeh.
En resumen, la apertura de diafragma nos permitirá controlar la profundidad de campo, así que pensad bien qué partes de la escena queréis enfocar y cuáles no antes de configurar el nº f y disparar.
Truqui del almendruqui
¿Quieres hacer mejores retratos? En modo con prioridad a la apertura, elige la focal más larga (en un objetivo 70-200, será 200) y el nº f más bajo que te permita tu objetivo (un f2.8 por ejemplo), enfoca a la mirada y dispara.
¿Qué os parecido este primer artículo? Al principio puede resultar un poco rollo, pero con práctica estos conceptos se van asimilando. Os animo a que probéis y probéis, porque es la mejor manera de que os familiaricéis con ellos. En el próximo post os explicaré algunas cosas sobre la velocidad de obturación, utilísima para capturar la belleza del movimiento.